Mirada renovada

martes, 14 de abril de 2020


Reflexiones durante la Pandemia



Me dirigía hoy a hacer la compra y mientras pasaba por al lado de algunos jardines, me iba percatando de algo que me había pasado inadvertido. Debido al parón generalizado, el césped se había dejado crecer las melenas de hierba y en sus descuidadas pelambreras habían florecido un montón de margaritas y dientes de león.

Curiosamente estos jardines libres de la esclavitud de ese hábito de la estética humana, dejados a su libre albedrío producían flores, condenadas de antemano a no ver la luz y me preguntaba, qué será de nosotros los humanos, liberados de esas inercias que también nos someten a vidas sistematizadas por largas jornadas de trabajo.

Este tiempo de calma, de recogimiento, puede tener en sus entrañas el potencial de llevar a cabo iniciativas creativas, de cambio personal, que en circunstancias normales no se dan y que pueden embellecer también la experiencia de nuestro jardín interior.

Desde una perspectiva colectiva, dentro de poco nos darán la consigna de "volver a la normalidad" y mucho me temo que si no somos agentes activos, la inercia del sistema, con su "corta césped", vuelva a dejar la "hierba social" toda muy igualada, con una apariencia de monotonía y ausencia de flores.

Hoy en día se habla mucho de vivir las crisis, como oportunidades de cambio para transformar nuestra relación con nosotros mismos y con el entorno de manera positiva. No cabe duda que nos encontramos ante una trance colectivo de gran impacto, en la que algunos incluso se han aventurado a decir, que estamos ante el alumbramiento de un nuevo cambio de paradigma, que puede llegar a alterar de forma radical nuestro comportamiento social.

Es muy difícil hacer proyecciones desde una perspectiva social en esta coyuntura y al margen de estas, es tiempo para que no nos convirtamos en espectadores a la espera de que los cambios sucedan de manera espontánea. Es tiempo para que cada persona intente ser protagonista de esas transformaciones que necesita este planeta, para facilitar la existencia en armonía de la familia humana, en este potencial paraíso llamado tierra.

Para finalizar este escrito recurro a esta inspirada frase de Gandhi:

                         "Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo"






12 comentarios:

  1. ...eta beste lagunekin batera, saiatu aldaketa soziala egiten ere bai.
    Eskerrak Aitor.

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  2. Hermosa observación y metáfora, el "corta césped". Un abrazo esperanzado, Blas.

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  3. Aupa Aitor! Interesante reflexión muy propia de la primavera. Eskarrik asko!

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  4. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  5. Enriquecedor tu escrito, nos descoloca como controladores de nuestras vidas que al dejarla que actúe de forma natural nos salgan margaritas en muestras mentes,solo nos sentimos seguros cuando nuestro césped mental está bien cortado y abonado.
    Gracias Aitor hay que dejar soltar.

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  6. Conmovedora la frase de Gandhi a la qué haces referencia, que nos hace reflexionar sobre lo que no estamos haciendo, pero podríamos plantearnos hacer.
    Gracias Aitor.

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  7. Me ha gustado tu leer tu reflexión.
    Gracias Aitor.

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  8. Gracias Aitor. Me quedo con la frase final...en cada uno está el cambio.... Gran reflexión Gracias!

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  9. Muchas gracias Aitor por esta reflexión. Dejar que florezca nuestro jardin interior es también vernos las melenas interiores que igual que en tu metáfora nos parecen tan feas.
    Mejor no nos complicamos y vamos todos parecidos aunque más monótonos y con el sentimiento de que nos falta algo, nos faltan las flores que nos dan alegria y nos hacen sentir únicos y tambien pertenecientes a esta familia humana a la que pertenecemos y en la que estamos todos unidos nos parezcan guapos o feos sus componentes 😉

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  10. Decía Voltaire en "Candide" que había que cultivar el jardín propio... Qué gran oportunidad, sí! Eskerrik asko, Aitor!

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  11. Definitivamente deseo que salgan las margaritas, quiero dejar crecer los dientes de león para disfrutar su belleza. No quiero que me poden, trato de cultivarme para volver a florecer.

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