La creación de este blog
llevaba consigo una mirada enmarcada en la práctica de una determinada
psicoterapia, que pretendía proporcionar una respuesta liberadora ante la
experiencia del sufrimiento humano. Como os trasmitía en mi despedida, mi cese
como terapeuta surgía de la necesidad de soltar el obstáculo que esta identidad
profesional suponía en mi práctica espiritual.
Al venir a este mundo no
recibimos un manual de instrucciones acerca de cuál es el sentido de la
existencia. Mi práctica espiritual me ha llevado a la comprensión de que la
causa profunda del sufrimiento humano es el estado de inconsciencia egóica en
el que vivimos, que dentro de cada uno
de nosotros/as existe una dimensión profunda, nuestra Esencia (Espíritu, Mente Consciente, Alma, Ser,
…) y que a través de su descubrimiento y actualización podemos llegar a liberarnos
tanto del sufrimiento propio, como del que causamos a nuestros semejantes.
A través de la historia de
la humanidad muchas han sido los
intentos que han pretendido transformar la negatividad y proporcionar a las
relaciones humanas dicha y armonía, sin procurar un cambio interior. De nada
sirve intentar ser buenos o tener un buen decálogo de comportamiento. Los actos que cada persona realiza estarán
en función de su estado de Conciencia y si no hay un cambio profundo de ésta, su comportamiento será reflejo de cómo se vive
y a nivel colectivo sucede lo mismo.
No tenemos más que mirar al
mundo en que vivimos, a pesar del
formidable desarrollo tecnológico que hemos llegado a alcanzar en Occidente,
los indicadores de insatisfacción personal son cada día crecientes y más
alarmantes, enfermedades mentales, adicciones (fármacos, alcohol, drogas…)
suicidios…y no sólo la crisis personal derivada de este forma de vida, ya que además
este tipo de “progreso” nos está llevando a poner en peligro la supervivencia
de nuestro hábitat en el planeta.
A pesar de que desde el
mundo de la ciencia se nos está
advirtiendo de que nuestra forma de desarrollo es insostenible y que por otro
lado empezamos a experimentar sus amenazantes consecuencias “el Cambio Climático”, las cuales confirman
nuestra inconsciencia autodestructiva. Seguimos aferrados a nuestro modelo, con
pequeños parches que pretenden maquillar la desesperanzada realidad y lo peor
de todo es que servimos como modelo a los países en vías de desarrollo.
Nos encontramos en un
callejón sin salida, sólo un cambio radical nos puede salvar del desastre y esa
transformación necesita de un cambio colectivo de al menos una parte
considerable de la humanidad. Un salto evolutivo en el que dejemos de
vivirnos guiados por una mente inconsciente, que percibe a sus semejantes como
una amenaza potencial o instrumento para sus propios fines, para dar paso al
florecer de la Consciencia en la tierra. Seres
humanos que se vivan despiertos, enraizados en su Realidad Profunda, desde
donde su conciencia de Unidad con todo expanda ese Amor que no discrimina a
nadie y que en su interacción con el medio favorezcan el desarrollo armónico de
la vida. Algo que se ha dado a través de la historia de la humanidad de
manera excepcional en algunos Maestros/as, seres que han despertado, se han
iluminado, que han trascendido la mente conceptual, para instalarse en su
Realidad Profunda.
Estos nos han recordado ,
que el cambio que profundamente
anhelamos ya está en nuestro interior, que dentro de cada uno de nosotros
existe el mismo potencial, pero para poder desarrollarlo necesitamos disolver
el ego, ese velo que no nos permite acceder a nuestro Ser Esencial y que nos
tiene confinados a una insignificante cuadrícula egocéntrica dentro del infinito
espacio Consciente.
Como decía Nisargadata
Maharaj:
“Sé
lo que ya eres, inteligencia y Amor en acción.”
Para ello necesitamos tomar
conciencia de cómo nos vivimos condicionados por unos hábitos automáticos e
inconscientes. Este caminar hacia el interior de uno mismo/a precisa de un
proceso de introspección para el cual la práctica de la Meditación es una herramienta idónea, ya que la mayor parte del
sufrimiento que vivimos es autogenerado de manera inconsciente y el desarrollo
de la atención plena nos posibilita la toma de conciencia de esos mecanismos
que nos inducen a la desdicha y que con su ruido mental oscurecen nuestra Esencia Consciente. Además de este
movimiento de interiorización, el resto de nuestra existencia deberá estar
impregnado de una actitud meditativa, la
cual no estará confinada a un espacio y
una práctica, sino que intentará estar presente en nuestra vida diaria y relaciones
con los demás.
Otras veces la práctica de
la misma vida, por medio de pruebas se encargará de sacudirnos de nuestro estado
de inconsciencia. De pronto, todo se derrumba a causa de la adversidad (enfermedad,
muerte, fracaso, situación límite…) y nada parece tener sentido, paradójicamente
estas experiencias no deseadas contienen
la oportunidad de la transformación.
Podemos sucumbir ante la dolorosa experiencia o asumir el reto, esto implica
rendirnos para aceptar lo que no podemos
cambiar y poder así transmutar el sufrimiento en conciencia.
Así que la nueva mirada renovada sigue comprometida con dar una respuesta al sufrimiento humano, pero esta vez desde
la perspectiva que supone el despertar de la conciencia a lo que somos en
esencia, nuestra Realidad Profunda.
INICIO
DEL BLOG
*Publicado en junio de 2012
El objeto de este Blog es el de crear un espacio destinado a clarificar
aspectos relacionados con el sufrimiento humano. Cómo lo generamos y cómo
podemos trascenderlo. Ese sufrimiento innecesario que fue generado
principalmente en nuestro condicionamiento durante la infancia y que de manera
reiterativa impregna nuestra experiencia vital.
La mirada renovada que encabeza este Blog pretende ser el nuevo
horizonte, esa nueva forma de experimentar la realidad de nuestra vida,
liberándonos de esas ataduras del pasado, que nos esclavizan y nos llevan a
interpretar el presente con creencias, a veces inconscientes, generadas
especialmente en esas primeras etapas de nuestra vida.
Otro motivo importante del dolor emocional es el que tiene que ver con la
naturaleza cambiante de la vida, el causado por nuestra resistencia a asumir
las pérdidas que este flujo impermanente de la existencia nos ocasiona. Será
con la aceptación de la pérdida que volveremos a encontrar la paz, la cual se
alinea con el flujo de la vida.
Pero para que podamos mirar con nuevos ojos necesitamos asumir la
responsabilidad de esas heridas psicológicas que habitan en nuestro interior y
contaminan con su dolor y visión limitada nuestra experiencia del presente.
Será a través de una honesta y plena vivencia de esos asuntos inacabados que
podremos sanar de sus efectos perniciosos. La integración de esas heridas no
sólo nos sana de la miopía causada por el dolor del pasado, sino que nos
facilita también el camino para el desarrollo del inmenso caudal que nuestro
potencial detenta.
Parte significativa de este Blog tiene como objeto también clarificar cual
es mi papel como psicoterapeuta, durante el mencionado proceso de
transformación. Mi tarea no es la de un experto profesional que sana o da
consejo, sino la de alguien que acompaña en el proceso sanador, creando un
marco, un contexto emocionalmente positivo, que facilite el emerger de ese
impulso natural hacia la sanación y el desarrollo pleno del potencial.
Además, considero que puede favorecer la alianza terapéutica, que la
persona o grupo a quien pudiera ayudar a hacer un proceso, tenga la información
de cual va a ser el enfoque terapeútico y el contexto en el que se va a
desarrollar la práctica. Para lo que he destinado dos apartados: Uno para el
enfoque llamado "Hakomi" y otro para el marco terapéutico "Principios"
y “Relación Terapeútica”