El mundo adulto que hemos creado
tiene una carga de seriedad exagerada que ahoga nuestra genuina expresión. Nos
encontramos presos de personajes que creamos para protegernos de las heridas de
la infancia, pero al mismo tiempo las
capacidades expansivas de jugar, de divertirnos, nuestra vitalidad… han quedado mermadas.
De poco sirven las palabras para
intentar expresar las cualidades expansivas de ese/a niño/a. Este video de Bobby Mcferrin & Richard Bona es la expresión de quienes están
conectados a ese inmenso y genuino potencial, que en nuestro interior yace en estado latente.
Que la chispa de esos dos adultos,
a través de los cuales brilla su niño interior te contagie y que tu forma de
vivir se vaya impregnando de la alegre espontaneidad del
tuyo propio, para que un día, en este
desolado mundo, esa gracia expansiva llegue
a convertirse en epidemia.
Totalmente de acuerdo con el comentario y y encantado con el video. Que alegría produce ver a estos dos músicos geniales, Richard Bona y Bobby Macferrin expresando a sus niños fluyendo en este diálogo musical tan inspirado y desenfadado sin corsés ni caras solemnes. Su libertad y disfrute se transmite a los niños del público que lo pasan en grande.
ResponderEliminarY que dos adultos disciplinados que han metido un porrón de horas para que sus niños puedan jugar con tanta libertad y enorme calidad y con una actitud generosa de hacernos parte de su particular deleite. Una imagen vale más que mil palabras. Apuesto por el contagio. No a vacunarse contra la alegría del niño natural interior. Enfermemos de alegría sin cura ni remedio o que?
Te agradezco por lo acertado de lo que compartes.
EliminarNo había caído en el tema de las vacunas, ojo que estás no las ponen en los Centros de Salud.
Como bien dices que enfermemos de alegría sin cura ni remedio.
Un abrazo